lunes, 31 de agosto de 2015

El cuaderno vietnamita.8.


 
Bus entre Mai Chau et Hanoï. 9 juillet.

Quisiera entrar en fusión contigo como el azufre y el mercurio para convertir el plomo en oro, realizar la Gran Obra…no copio las otras líneas…
La cursilería de mi escritura me asusta tanto como la devoción de las damas de catecismo. Exuda el buen sentimiento, la certeza, el fervor, el misticismo. En un mot: l’angélisme.

Parece la miel del atrapa-moscas. Da gana de correr sin mirar atrás.
¿Pero en qué momento volviste?
En un bus, entre las líneas de un libro, Más allá de las ilusiones de Duong Thu Huong. Estabas sentado a mi lado, te apretaba la mano, te leía en voz alta cada metáforas después se instalaba el silencio y mirábamos desfilar por la ventana el asfalto de la autopista. Motos y más motos.

De todos los libros, escogí este por su título porque querer acercarme a ti es nutrir la ilusión de franquear una ilusión. ¡Ultreia!

Quisiera besar tu frente que promete tanto como el alba de un verano en mi país.

Mi fracaso será admirable. Ñoñería Punk se llamará mi nuevo estilo.

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Sentada frente a la pantalla del computador de un hotel podrido de cuatro dólares la noche, me encuentro furiosamente ligera.
Apenas me conecto, te conectas. ¡Conexión!!!!
Ironía: no es " Chasse le naturel et il revient au galop" sino "Espanta el credo y verás que vuelve rápido."

El ruido de la calle sobrepasa todo lo que se puede imaginar. Hablamos en un solo abrazo febril.

 

 

El cuaderno vietnamita.7.


 
Mai Chau. 8 juillet dans mon lit.
El hombre pelirrojo no era un turista. Lo había entendido inmediatamente a su manera de parquear su moto, de pedir comida, de cambiar sus zapatos por un par de chancletas para que se las limpiara mientras comía…

¿Cuál habían sido las primeras palabras entre nosotros? No me acuerdo.

El era irlandés, vivía en Hanói, hablaba viet. Yo era francesa, vivía en Bogotá, hablaba español. El paralelo era evidente, el encuentro fácil, las rondas de cervezas seguidas. Prendidos.

-         ¿Y a dónde vas a ir?

-         Ni idea, no me gusta leer las guías, me da indigestión.

-         Mis amigos tienen una agencia de viaje a dos cuadras ¡Vamos!

Cinco minutos después, en una tienda minúscula, frente a una botella de vodka y tres copas:

-Where do you want to go? preguntó la señorita.

- To a peacefull place for two days, one night….no, señorita, no quiero ver los folletos, solo quiero pagar…

Firmé y me entregó el papel carbón rosado.

-(Al irlandés) Puesto que me van a recoger a las 8 y que no necesito cerebro para encontrar mi camino mañana, sigamos tomando cervezas, ¿no?

Choque de puños.

Jouer aux dés le voyage. Ce qui est moche ne me déçoit pas puisque je n’ai pas dépensé d’énergie pour choisir, et ce qui est beau est un merveilleux cadeau surprise.

Así, descubrí Mai Chau.

También juego a seguir a la gente que va pasando por los senderos para no tener que escoger mi camino en los cruces.

Entregarse al destino: ¿una falta o una sobre dosis de coraje?

El cuaderno vietnamita.6.



Mai Chau. 8 juillet. Assise au bord de la colline.

Monto a bicicleta. Camino por los senderos estrechos entre los cultivos. Escalo la montaña. Intento cansar mi cuerpo que siempre me pide más. Me baño en la laguna, el búfalo entra en el agua verdosa a mi lado, extenuado por su día de labor, sus ojos brillan de contento. La abuela lava la ropa y la golpea contra una piedra, el olor a jabón me recuerda a mi mama que pasaba día entero a lavar a mano las sabanas en el lavaplatos de la cocina mientras jugaba en las baldosas frías con mis muñecas. Atravieso nadando las burbujas que flotan a la superficie, irisadas por el sol, van explotando poco a poco. De regreso a casa, fumo tabaco negro con los hombres sentados al borde del canal de irrigación. Una gran pipa en guadua de cincuenta centímetros. Pido a uno tomarme una foto.
Con señas, me dice “más arriba, más arriba”. Levanto, levanto la pipa…y me vierto en la cara todo el jugo de nicotina asqueroso que estaba estancado en el fondo.
Burlesco universal. Las bocas de un solo diente se ríen a carcajadas. Piruetas en el pasto, me da bazo. Ahahahahah.

Dulzura de la sangre que corre por mis venas.

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Un jour, un ami m’a fait remarquer qu’il y a toujours beaucoup d’eau dans mes textes. J’ai répondu : liquide amniotique.

domingo, 30 de agosto de 2015

El cuaderno vietnamita.5.



Arrozales de Mai Chau. 7 de julio.

# Viajo sola para que mi locura se pueda expandir. No agrandarse sino coger su espacio natural. Como si fuera un líquido encerrado en la botella de la cotidianidad y que, por fin, podría desembocar.

# “locura”, término muy fuerte que usan mis amigos para nombrar mi deseo de pequeña emancipación.

# El viaje es un libro que se va escribiendo solo. Lo leo páginas tras páginas. Estoy atenta a sus líneas. Lo sigo. No le impongo mi voluntad.

# Paradoxe: je m’émancipe afin de m’assujettir. Je me rends libre afin de me m’être sous la coupe d’un prétendu destin qui s’appellerait voyage.

C’est n’importe nawak quand j’essaie de philosopher !  Ridicule!

Esa mujer me está dando el ejemplo, pies en el barro, volver a la tierra. Mejor voy a lavar mi ropa en el lavamanos de abajo y tenderla al sol.

 

El cuaderno vietnamita.4.



Mai Chau. A tres horas de Hanói. 6 de julio.

A ras del piso, mi cuerpo despejado de nubes descansa sobre el futón. La tela fina del mosquitero lo protege. A través los miles de huequitos, veo la realidad diferente.

Cierro los ojos. Detallo y enumero: zumbido de las chicharras en los árboles, mugido de los búfalos y gallo que les contesta, olor de la madera de la casa sobre pilotis que me sirve de hogar, grito de un Thai que interpela a otro en el arrozal, viento sobre mi cara que entra por la ventana, piquiña que me rasca el pie, chillido de un motorbike que pasa a lo lejos…

Miro las manchas coloreadas que se forman debajo mis parpados. Hundo mis dedos en mis órbitas para que aparezcan nuevas figuras y vibraciones. La naturaleza nos regaló este caleidoscopio maravilloso e incorporado.

Saboreo la ternura de la existencia.

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Cambio de posición. Boca abajo.

Abro los ojos y mi libro. Sobre los codos, repaso en voz alta mi vocabulario viet.

 Xin Chào = hola                       tôi không hiêu = no entiendo 
Tam biêt= hasta luego             xin lôi= perdón
Cám on= gracias                       làm on= por favor


Chi Tên là Fabienne.

 

 

sábado, 29 de agosto de 2015

El cuaderno vietnamita.3.


 
Frente a un plato de noodles. Calle Hang Buom. Hanói. 5 de julio.

El día anterior a mi salida, ducha fría, él escribió:

“El oráculo de las chocolatinas jet dijo que eras un hoyo negro... como planeta, debo ser cauto entonces.
Te deseo de nuevo buen viaje.
Nos vemos a tu regreso.”

Decidí comprar unos aretes a un artesano de la Séptima en Bogotá. Tenían que representar este puto agujero negro que soy.
El artesano me preguntó: “Hace años que usted vive acá, ¿verdad?…pero cuando se va a morir, que piensa hacer con su cuerpo… ¿enterrarlo aquí o allá?”

¿Me podrían dejar despegar en paz, por favor?
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Acabo de descubrir que NO soy un agujero negro porque esos aretes NO los soporto. ¡Soy alérgica! Un brote gigante de cada lado del cuello.
Tenía la convicción intima que no había que temer de mí. Soy un Jedi del Lado Luminoso de la Fuerza.

Consigna: No creer en las proyecciones de los demás.
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Otras duchas frías:
-Pienso mucho en ti.
- Pienso en ti pero no mucho. …No quiero ser un salvador, no descanses sobre mí… Y bla bla bla, tengo toda una lista para hacer un mercado…
¿Pero con quien habla? ¿Cuál es su interlocutor? No me reconozco. No encasillo.

Me habla como si yo fuera una niña en un almacén de vajilla. "No toques. Quédate quieta." Frunce el ceño y hace los ojos gordos del adulto que piensa asustar a los niños y resolverlo todo con este método.
O cambia el tono, y me habla como si él fuera el viejo sabio de la tribu, el gurú de la secta.
 “es porque tienes miedo a sentir”… debe estar hablando de él. Por mi parte, sé lo que siento: atracción, deseo, curiosidad. Quiero conocer su cuerpo y sus éxtasis.
Solo que no puedo acercarme como lo haría con otros hombres- mi técnica favorita es asaltándolos en el corredor que va del baño a la sala de las discotecas - porque sé que no va a sentir nada carnalmente conmigo. Le gustan los hombres.
Obviamente no me conoce y no sabe todavía que tengo cojones. Es el drama de mi vida amorosa. En pareja, el macho no soporta mi virilidad: camino lejos, manejo rápido, me emborracho, recorro el planeta, practico lo extremo, doy puños en la calle al primero que se me atraviesa...
Pero mis cojones son invisibles y mis tetas palpables.
No ser deseable físicamente puede resultar una gran tragedia. Griega. Como no me voy a poner una toga ni inmolarme públicamente, no sé en qué teatro estamos actuando.
Arcano sin nombre. Cortar. Libar el elixir del duelo, antes de que se vuelva vinagre.
Unplugged.
La desconexión con él me despertó en plena noche. Yacía en el camarote, cubierta por el sudor, perdida en Hanói. 
¡Aterricé!
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Interrupción del relato. Un hombre pelirrojo,  tomando en la mesa en frente, quiere conversar conmigo.

 

El cuaderno vietnamita.2.




Rue Ta Hien. Centre de Hanoï. 4 juillet.

OSER avec l’air et les Epées,

VOULOIR avec le feu et les Bâtons,

SAVOIR avec l’eau et les Coupes,

SE TAIRE avec la terre et les Deniers.

Estoy observando mi café vietnamita. Un filtro de aluminio sobre una taza. Le liquido color betún gotea. Ploc, ploc, ploc.

Caminé todo el día con sandalias nuevas, del este al oeste, del oeste al este, merodeando por el norte y el sur. Mis pasos se hacían más y más cortos. Me acerqué a un hombre sentado en su moto, negociamos el precio, y me llevo en el centro. Detrás del él, viento en la cara, inhalo la libertad que yo me regalo. Zigzagueamos como mosquito entre mosquitos.

Ahora sentada en una butaca, miro mis pies y los esparadrapos.

El sudor, la sangre, la linfa se derraman… pierdo liquido…es el precio del viaje, la IVA que pago cada día por estar donde no nací, recorrer caminos desconocidos.

Nauseas, ampollas, diarreas, cefaleas, el viajero estudia la geografía de su cuerpo. Y su léxico es tan elegante como lo de la horticultura: ninfeas, margaritas, rosas, heliconias…

O el objeto de la toponimia: Marsella, Amalfi, Kamchatka, Ulán Bator…

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-  Quiero ser tu amigo y cómplice.

-  Claro….y yo quiero ser tu hermanita del convento de la Cruz de Ayamonte.
Tienes muchos amigos a quien les da besos en la boca. ¿Eres Ruso?

 Risa… ¡Que mamadera de gallo!

 

 
 
 
 

viernes, 28 de agosto de 2015

El cuaderno vietnamita.1.


 
 
El cuaderno vietnamita es un texto brut, una mujer sin maquillaje, una elección intrépida.
Aeropuerto El Dorado. 1ero de julio 2015.
Me gusta tu silueta, pájaro negro, brazos largos, piernas largas, tu piel fina como un papel de cigarrillo. Eres mi dandi de porcelana que me gustaría colocar sobre mi estantería de libros entre Duras y FitzGerald. Acariciarte con los ojos mientras teclearé para ti frases novedosas, atrevidas, saladas por mis lágrimas, que por fin se van a derramar por alivio.
Por fin, no verteré más agua de amargura, jugo de rabia, vino de terror, aromática de remordimiento.
“Nosotros hacemos el amor poéticamente “dijiste.
El Primero de julio comienza la edad de la Grandeza.
 
Quiero que seas mi Fu.
Éramos dos meteoritos por el universo y nuestras trayectorias se cruzaron, fechas y horas escritas sobre el Gran Pergamino. Ahora somos núcleos y vamos a atraer por la densidad de nuestro mercurio a infinitos satélites. Efervescencia, creación, fertilidad.
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En el avión.
“Nosotros hacemos el amor poéticamente “dijiste.
Soy atónita.
Las palabras retumban en mis oídos que se vuelven nave de iglesia. Le resonancia trabaja y hace vibrar mi cuerpo. Me hago templo para recibir frase de semejante amplitud, que tú pronuncias con la fluidez la más natural del mundo, entre dos idas y vueltas de tenedores. Puré de papas y albóndigas. Embellezcas tu almuerzo de unos “mmmmhh” dirigido hacia tu plato que me da gana de ser una verdura.
La tinta de mi lapicero se evapora. Me fui de viaje con un lapicero muerto, es una situación inaguantable.
De emergencia, camino hacia la cola del avión. Pido uno a la azafata.  Me saca el suyo del bolsillo  izquierdo de su uniforme,  con un gesto de soldado bien entrenado. Vertical en el centro del cuadro.
- Aquí tengo uno. Se lo presto pero depende por cuanto tiempo lo necesita.
- Para siempre….de viaje escribo en cada instante señora…
- Ahh entonces no se lo presto.
Frente a mi cara desconcertada,
-  ¿Cuál es su asiento?
-  35F (y tengo ganas de gritar F de Fabiana, F de Fuego, hijueputa, ¡dame un lapicero o me muero, o te mato! Pero no se necesita palabras para que me entienda)
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Envuelta en mi cobija pienso: me gustaría que seas mi Inmortal. Te tengo en la mente sin tenerte en la piel. Pura Espada. Puro aire. Puro querer.
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Más tarde, la señora me despierta, y con ojos de victoria, me regala un bolígrafo.
 
Orgullosamente, me lo tiende y me dice:
- Para siempre.
Le contesto con una sonrisa cómplice: Si, para siempre.
 
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Las ruedas del avión tocan el suelo de mi tierra natal.
 
Voy a sacar el hocico por la puerta para respirar el aire de mi infancia. Dos horas.
 
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Sala de espera. Aeropuerto Charles de Gaulle.
Puerta de embarque para Hanói.
Aprendí con él que todas las preguntas no se contestan. Existe también el silencio como repuesta.
- ¿Te desmayaste sobre la tecla “punto”?…..
-  Silencio.
- Voy a hacer diligencias.
 
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Un vietnamita me despertó, estaba dormida con el cuello torcido en la sala de espera, todos los pasajeros habían entrado en el avión. Me tocó el hombro.
-Madame, c’est maintenant.
 
Pensé: Primer contacto con Vietnam. Un buen augur. Si uno me cuida, todos me cuidarán.
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En el segundo avión.
Voy a aterrizar en los antípodas. No existe un punto más lejos de ti sobre la tierra. Dos puntos diametralmente opuestos sobre el globo pero la línea que los une pasa por su centro, un magma en fusión.
 
Apenas nos encontramos, nos separamos.
Dos trayectorias curiosas. El gran Pergamino levanto el velo y ahora nos ofrece el tiempo de descubrir el paisaje desde la ventana. Sin recorrerlo. Sin pisarlo. Sin asustar a sus animales salvajes. Solo escuchar, solo oler.
 
Entonces acercaré mi silla a la ventana para leer y levantaré los ojos de vez en cuando para admirar el panorama. Completitud.
Eres viril sin ser machista.
Escribo en la penumbra del avión. La gente está arropada con sus mantas, parecen crisálidas.
Sobrevuelo el mar Caspio.
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Desayuno. Ya pasamos Calcuta. Nos acercamos a Mandalay. Vamos a franquear la barrera noche/día. Pienso en ti. Il est vendredi, jeudi pour toi. 20 000 km nous séparent.
Je dis: Estaba sola sin sentirme sola, pero ahora ya sé que no estoy sola, es raro.
Tu dis: Siento lo mismo. ¡Cuidado! No te vuelvas adicta a mí porque estoy bastante nocivo. Créeme.
Doy una vuelta en mi manta de crisálida y me duermo. Sin tener miedo.