miércoles, 30 de abril de 2014

L’Anaznamal.



Vendredi 13h30. Restaurant La Manzana. Centro de Bogotá.

Je suis de retour sur les lieux d’un texte écrit deux ans plutôt.

Imposture. Ainsi se nommait le texte dans lequel je dévidais des non-sens. Un long inventaire de phrases incompréhensibles, mélange d’expressions toutes faites et de proverbes dans lesquelles je substituais un mot pour un autre.  J’interpelais même le lecteur, certaine, qu’il ne réussirait pas à me suivre dans ce délire. Comme à mon habitude, j’avais écrit d’un seul jet, sur le set en papier, en attendant mon déjeuner.

A cette époque, j’errais dans l’Anaznamal.

Le traducteur de mon texte avait mis des jours à essayer de trouver un mot équivalent. En vain. Bien sûr,  j’avais oublié de le prévenir.  Par la suite, je lui ai présenté mes excuses pour le mal qu’il s’était donné et le temps qu’il avait perdu en investigation linguistique. Le pauvre bougre ne pouvait pas savoir que l’Anaznamal est l’anagramme du mot « la manzana », le nom même du restaurant dans lequel j’écris à présent. Ce nom est écrit sur la vitrine à l’extérieur. Mais de l’intérieur, par effet de miroir, je lis Anaznamal.  Ce mot s’est offert à mes yeux. Il a vibré dans mon imaginaire et il est aussitôt entré en adéquation avec ce que je pouvais ressentir en ce temps T de mon histoire.

Depuis, ce mot est doté d’une signification.

L’Anaznamal est un lieu froid où se consume notre solitude.

C’est un lieu blanc dans lequel nous nous perdons, après avoir été sauvagement abandonné par l’amour.

C’est un lieu creux, minéral, où rien ne pousse, pas même le lichen.

C’est un lieu où l’on crie notre rage mais l’écho, absent, ne répond pas.

C’est un lieu dépeuplé. Nous pouvons y marcher des heures et ne jamais y croiser personne.

C’est un lieu où nos larmes sont instantanément absorbées par le sol. Il n’y a pas de compassion. Tout est neutre et sans jugement. Vous n’y rencontrerai pas d’épaule réconfortante, ni de bras accueillants, ni de sourires tendres.

 
C’est un lieu où aucune créature ne peut vous rejoindre. Vous pouvez essayer de donner un rendez-vous à un ami qui  connait  la même situation. Vous pensez que ce sera plus facile à supporter s’il vous tient compagnie. Et bien non, à l’heure convenue, il ne vous retrouvera pas car l’Anaznamal est un lieu personnel où les rencontres sont impossibles. Chaque individu traine ses savates dans ce périmètre glacé qui lui est propre.

C’est le lieu de l’entre deux, mais de l’entre quoi et quoi, me direz-vous ? Eh bien, cela se trouve entre le « home sweet home » de la vie à deux et le hall de gare agité du célibat.

C’est un lieu où tout se trouve en suspension. Il n’y a ni haut, ni bas, ni droite, ni gauche. On flotte seul dans ce bocal de cornichons sans cornichons. On ne sait pas pour combien de temps. De deux jours à deux ans. Si les symptômes persistent, il faut consulter un médecin. Un trop long séjour dans ce no man’s land peut endommager la personnalité de façon irrémédiable. C’est le pathos qui s’annonce à pas de loup. Alors prudence.

Deux ans ont passé déjà. Je me suis éloignée de l’Anaznamal.

J’ai parcouru chacun de ses recoins, vides de toute chaleur humaine.

De ce lieu fantasmatique, il  me reste une sensation discrète et spongieuse. Cela ne me procure ni rancœur, ni amertume.

Ce fut l’antichambre de mes sentiments. La colère, la haine, la tristesse, le désespoir se frappaient la tête contre ses murs.

Leurs cris étaient,  tout de suite, avalés par l’épaisseur des parois.

Rien ne perçait. De l’extérieur, personne n’a pu se rendre compte.

L’Anaznamal est un étouffoir, un coffre-fort, un piège à passions.

Heureusement, il a laissé peu de trace sur ma peau.

A quand le prochain voyage dans ces contrées arides?  Ce n'est pas prévu pour demain. Bientôt peut-être…

Je me sens de nouveau prête à palpiter pour un être cher.

Je dépose alors, une fois de plus, mon cœur tout entier sur la planche à découper et je vois la lame du couperet briller avant qu’elle ne s’abatte.

 

 

lunes, 14 de abril de 2014

Play replay rewind (español)


 
 
Avanza play replay avanza rewind play atrás replay, la vida es una cinta magnética, los recuerdos, los hábitos, los trastornos, los objetos, la soledad, las ganas de vomitar, el tambaleo bajo el calor de la noche, el olor de la ciudad, las segundas intenciones, el ruido de los amores que dan vueltas, la búsqueda del concubino, el ¿buenas noches cómo está?, el verano como una tapa de acero sobre los hombros, las sensaciones del exterior, el embudo por el cual deslizamos, chupados, la poesía angustiante, el pétalo sobre mi muslo, la falta del otro que nos obsesiona, la realidad que se recorta de otra manera, las orejas bajo el agua, avanza play replay avanza replay rewind play atrás replay, los ruidos nos llegan diferentes e idénticos, el mesero que entrega las vueltas, tacones sobre los andenes, las llantas que chillan, el gorgoteo del arroyo, ni un día sin una línea escribía Plinio o cualquier otro, el acento de los Alemanes, la risa de la chica que cacarea , encaramada sobre un taburete en la barra, la motocicleta que petardea, los vasos que tintinean, los vencejos que cebran el cielo, las gafas que se deslizan por la nariz, quisiera que me tienda sus labios, las mismas cosas no dicen la misma cosa, la mente transforma como una red en ascenso que filtra el mundo, un tenedor que lleva hasta la boca novedades reconocidas, un pequeño pedazo de mujer con un pequeño pedazo de hombre, tengo fritanga sobre el detector de sentimientos; tengo puntas, clavos y martillos arrastrándose en el fondo de mi café, las palabras vierten el desbordamiento, permiten el derrame, el placer de vaciar su bolso, el mantel tiene flores rosadas y violetas , incluso hay mariposas con las antenas enrolladas, avanza play  replay avanza rewind play, algunos quisieran aprobar una ley que obligue a la gente a usar jeans Diesel y camiseta Chevignon, avanza play replay, jugando jokari la cuerda siempre termina devolviéndote la pelota a la cara y pega duro, sobre todo cuando las has mandado con la raqueta muy lejos años atrás, avanza play replay avanza rewind play, él me ofrece una tarjeta de fidelidad en la que puede pegar un sticker cada vez que hacemos el amor, y al completar los diez, podemos avanzar el peón de un cuadrado, un mosquito se quema las alas cuando se  acerca a una lámpara solar, quito las boronas de la silla para que venga a sentarse, avanza play replay avanza rewind play, una vez desenrollada, la cinta larga magnética parece un plato de choucroute negro que los otros pueden observar con delectación, envidia, pesar o desprecio. Cada uno la sazona a su gusto.



Los parasoles.


 
Otro tiempo, otro lugar.
Bajo el calor del mediodía.
El tiempo, como el aire, se dilata por encima de los adoquines hirviendo.
Los hombres y las mujeres se superponen con sus miradas.
Se agotan tragando. Son pesados ​​con todo su estómago. Sentados en sillas plegables y frágiles.
Hasta los niños se mueven en cámara lenta.
Tumbados, chupan su helado, sin fuerza para correr detrás de las palomas migajeando.
La calle se paraliza en el cenit.
Y me siento a contracorriente. Ligera y audaz.
 Doy vuelta por dentro. El corazón chispeante.
Esta noche,  me uniré otra vez con el amor.

 

Gato Negro

 
 
Un cigarrillo en el pico y un vaso de Gato Negro en la mesa. En silencio.Principio del formulario
Ella toma su gato negro de a pequeños sorbos.
Las cosas no son totalmente blancas, ni negras, piensa ella.
Envía una nota destinada a su futuro novio:

Antes de lavar un alma frágil, leer atentamente las instrucciones.
Lavar en agua fría por separado.
No utilizar cloro.
No retorcer, no dejar en remojo.
Secar en la sombra.
Planchar a baja temperatura.

Tal vez, ella debió haber comprado una botella de Santa Rita, la santa patrona de las causas perdidas.

Ella escribe como orina. Y se lo goza.  Cuando las ganas se vuelven insoportables, se baja los pantalones detrás de un carro. Se forman ríos pequeños en el asfalto, es  bonito y huele rico. Se sube  los calzones y se siente mejor. Puede seguir su camino.

En su cuaderno, se van formando líneas pequeñas y más líneas pequeñas. Eso la alivia.

En estos momentos, ella es gato negro. Mala suerte, mala fortuna. Esta es la sal de la vida. La que da sabor, dicen. De pronto, se le fue la mano con el salero. Perdió su billetera, se le pinchó la llanta, rompió un limpiaparabrisas en pleno aguacero, la batería se descargó, se destripa con sus colegas,...los novios están presentes sin estar allí o están ahí sin hacer presencia.

Y los amigos cantan al unísono un coro famoso. Tú sabes, tú puedes contar conmigo, me puedes llamar... pero sabes,  mejor aún si puedes  perder mi número. Cada uno en su cadaunera. .
Está sola y sola enfrentará  la vida.

Se quemará otra vez  la lengua tomando sopa demasiado caliente, sopa demasiado picante, sopa demasiado melaza. Sopa de babosa o sopa de culebras. Ella come y seguirá comiendo cosas venenosas.

Cuarto vaso de gato negro, por fin empieza a hacer efecto.
Ya va ser la hora de jugar  a los avestruces, debajo de las cobijas, esperando el tímido amanecer que no promete nada mejor.

Así es la vida, dicen. Pero ella protesta, así es la vida, si quiero!

Llueve pitos sobre la ciudad en lágrimas.
No regresará esta noche a este lío ensordecedor. No correrá detrás de los taxis que la ayudan a correr detrás de los hombres.
Esta noche es de descanso. No dará un gran espectáculo. La actriz se desmaquilló y guardó sus pestañas postizas en el fondo del cajón.
Telón.

Las cosas no son totalmente blancas, ni negras. También se pueden desteñir.
Todo depende del programa de lavado seleccionado.
 
 
Traducción Nadia Rios.