jueves, 30 de abril de 2015

Los parasoles.v2.


 

Otro tiempo, otro lugar.

Bajo el calor del mediodía.
El tiempo, como el aire, se dilata por encima de los adoquines hirviendo.
En la terraza del café, los hombres y las mujeres cabalgan con sus miradas.
Y se agotan tragando bajo los parasoles. Son pesados ​​con todo su estómago. Sentados en sillas plegables y frágiles.

Hasta los niños ronronean en cámara lenta.
Tumbados, chupan su helado. Ni siquiera tienen fuerza para correr detrás de las palomas migajeando.
La calle se paraliza en el cenit.


Me siento a contracorriente. Ligera y audaz.
Doy vuelta por dentro. El corazón chispeante. Mis sandalias repican. Mi falda baila alrededor de mis muslos mientras atravieso el pueblo.


Esta noche,  me uniré otra vez con el amor.


 

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