viernes, 24 de abril de 2015

Mi hermana la Noche.


 
Yo de la noche vengo y a la noche me doy…

Soy hijo de la noche tenebrosa o lunática…

Tan sólo estoy alegre cuando a solas estoy

y entre la noche, tímida, misteriosa, enigmática!


¿Cuándo vendrá la noche que jamás se termina?

León de Greiff.1918.

 

La noche que no se termina ha llegado para él finalmente. Un hermano descansa en su lecho de muerto.

Siembro cosas a mi alrededor, fabricar un “mi casa”, tener amigos y amores, soplo, respiro, todo me parece liviano y de repente muy pesado.

Me muero y me da risa, río y me muero de la risa. No quiero volver del otro lado del abismo. No hay nadie más.

Soy hermana de la noche tenebrosa y lunática. Vago entre las calles, las discotecas, entre los tragos, a lo largo de los hombres, y de repente, me recupero.

Planto mis pequeños granos de razón, para estar bien. Busco en los otros el lugar confortable que no encuentro en mí. Y luego finalmente, destruyo todo como cuando se pisotean las hileras de plantas del vecino que nos enerva.

Nada avanza a la velocidad correcta. Otra vez esperar, otra vez suspender, dejar para el día siguiente, para la semana próxima o para el año nuevo.

El cielo gris plomizo pasa sobre mi cabeza. Quisiera disfrutarlo, beberlo hasta el poso pero no sé cómo…tengo el trasero refundido en este sofá.

La mandíbula apretada me produce calambres en el estómago. Quisiera vomitar mi rencor en los pies de los transeúntes… ¿pero cuál rencor?

Ya no sé contra quien peleo. El odio me embrutece y me quedo somnolienta. La espalda hecha trizas y los pies fríos…mis ojos quisieran mimar pero son bizcos y no ven más que el cemento y el polvo….los trancones, el humo, el alquitrán…

Todo me agrieta hasta la tortolita de cola café que se posa en el césped……

Las horas son tan largas como la avenida que atraviesa la ciudad.

Es una pequeña murria que no sabe a nada, una pequeña murria sin antes ni después….una pequeña murria de citadina encerrada en una caja….una pequeña murria de funcionaria sin causa, sin consecuencia, que pasa desapercibida, no más gruesa que la cagada de un cuervo cayendo en el azul intenso.

Pero mi hermana la Noche llegará…

Traducción Luz María García.

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