¡Sorpresa! Esta mañana, en
mi armario, encontré mi camiseta naranja con cerezas en la noche.
Uno pinta, guarda, olvida,
encuentra...agradezco a los armarios...
Un día, aparecieron cinco
desnudos sobre el escritorio de mi salón de clase. Reproducciones
de muy buena calidad. Grabados de Darío Morales.........Pinté encima.
¿Quién había dejado los
desnudos sobre mi escritorio? Pregunté a las recepcionistas, a las empleadas de aseo, a
los profesores. Nadie había visto a nadie. Misterio. Yo seguía pintando.
Soltera en Bogotá, el ojo me
acompañaba cada día en mis peregrinaciones. A mi lado, su presencia se había
convertido en un leitmotiv.
-Sí, Señor, su hija
tiene resultados un poco irregulares en comprensión de lectura pero le voy a indicar una metodología para que usted la pueda ayudar en casa.
- ¿Le gustaron los desnudos?
-...
La oveja se presentaba, sin pestañear, frente al lobo.
En el aprisco, se escuchó, en ese momento, el pasador entrar en la hembrilla del cerrojo.
La historia no dice si el lobo sobrevivió a sus heridas.
- ¿Le gustaron los desnudos?
-...
La oveja se presentaba, sin pestañear, frente al lobo.
En el aprisco, se escuchó, en ese momento, el pasador entrar en la hembrilla del cerrojo.
La historia no dice si el lobo sobrevivió a sus heridas.
Crisis en la noche.
Ahora, puedo lavar, planchar
y volver a guardar mi camisón en el armario.
Versión original, 10 de octubre de 2015.
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