viernes, 18 de septiembre de 2015

Unas líneas.




Leer unas líneas y volver a leerlas sin cesar, sin creer sus ojos. Todo está aquí, una persona logró definir lo que usted sentía desde hace tantos años. Es una experiencia muy común. ¿Quién no lo ha vivido?

Sin embargo, sigue extraordinaria para uno mismo. Y leemos kilómetros de signos en búsqueda de esas pocas líneas que quedarán grabadas. Para nosotros.

Y esas para mí:

Hubiera debido ser cauteloso esa noche. No hubiera debido ser negligente con las señales anunciadoras de la desgracia de vivir. No poseo nada más que mi muerte, mi experiencia de la muerte para decir mi vida, sostenerla adelante.

Tengo que fabricar “vida” con toda esa muerte. Y la mejor manera de lograrlo es la escritura. Mas, esta me devuelve a la muerte, me encierra con ella, me asfixia. Ahí es donde estoy: puedo vivir solamente asumiendo esta muerte por la escritura pero la escritura me prohíbe literalmente vivir. Me esfuerzo, me arranco las palabras unas por unas.

Jorge Semprun. La escritura o la vida.

 

NB: Espero no haber traicionado las intenciones de Jorge Semprun con mi traducción coja.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario